jueves, 27 de marzo de 2014

Tener pareja... ¿Engorda?

Mi corazón y mi estómago, inseparables! - Atenea

Me pasa que tengo una conexión que necesita un bypass... Mi estómago y mi corazón tienen una tubería o una unión mística en la que lo que le pasa al uno, se refleja en el otro! 

Desde muy jóven mi debilidad son los hombres gordos! He salido con flacos, musculosos, deportistas, pero ninguno con el sabor de un gordo. ¡Siempre me gustaron! 

Esta debilidad es mi mejor excusa, disfruto tanto comer que busco con quién hacerlo sin que me pueda sentir culpable! Sin hablar de que sus tamaños me hacen ver más flaca y menuda, es cuestión de estrategia y conveniencia.
Tener pareja, engorda, el amor, engorda! Pero qué decir de enamorarse de un gordo?

Los gordos sienten un gusto especial por la comida que además es contagioso! Esa mirada y ese no sé qué con el que se comen las cosas es admirable! 

Y pasa el tiempo y aprendes! Aprendes a mirar con ojitos de ternero degollado esa hamburguesa doble carne, los postres y las malteadas!

Con un gordo aprendes a prever que es posible que te quiten una porción de tu comida, entonces pides doble y en caso de tener que compartir, estás lista!

En pareja, el plan por excelencia es salir a comer, todo se celebra con comida y de verdad, como mujer sientes que puedes dejar de preocuparte por la panza, después de todo, él entiende que es culpa de las salidas, helados en la cama y esas cosas que aman hacer juntos!

Las comidas cambian! Pasas a competir por lo que eres capaz de tragar! Siempre pides postre y hasta algo para llevar sabiendo que después vas a querer, incluso, aprendes a cocinar! 

Y después de casarte, la cosa empeora. Tu vida empieza a girar en torno a la cocina. Las comidas unen a la familia, los amigos y son el meior espacio para las conversaciones serias.

El amor se demuestra haciendo comidas deliciosas por un lado y comiéndose hasta el último gramo, por el otro.

Ese anillo en el dedo nos da permiso a ambos de tener rollos, llantas y muuucha celulitis! Igual, cada una de las calorías ingeridas ha tomado tiempo, esfuerzo y sobre todo, ha hecho crecer el amor.

Es solo que el tiempo avanza y el metabolismo nos hace una mala jugada... Y para colmo de males, las lipotusas se acaban o por lo menos en un buen matrimonio, eso indica que adelgazar es un concepto lejaro y más vale que aprendamos a querermos más cachetones o hagamos un fondo común para el bypass que tanto se ha necesitado desde el inicio... El bypass entre el estómago y el corazón.

La Pareja: Engordando mujeres desde tiempos insospechados - Selene

Cuando vivía sola,  las pocas veces que desayunaba lo hacía con cereal y yogurth (que es alimento para caballos a mi entender de hoy); o en la cafetería cerca de la oficina almojábana y pony malta. El almuerzo, era equilibrado, o una ensalada encima del computador, y casi nunca cenaba. Es que comer solo es muy aburrido. Comía mal y bajaba y subía de peso con facilidad a punta de aguantar hambre.

Mi ciclo de gordura - flacura dependía de si tenía o no novio (o amante, o machuque, o 'peor es nada'). Sin sujeto = flaca / con sujeto = gorda. ¿Por qué? Porque comer acompañado es más rico.

Entonces, el desayuno (porque claro el tipo comienza a quedarse regularmente en tu casa) es conversado, planeando el día y con cara de amor; la cena, casi siempre incluye salidas a probar los restaurantes de moda y los fines de semana... almuerzo y cena, en la calle.. todo, con postre incluido. Así ¿quién no crece como globo?

Y, claro, como uno tiene man, pues no le presta atención a esos kilos de más, porque, a fin de cuentas, al tipo le gustas, así seas gordita Obvio hasta que le gusta otra. Simple. Cuando te botan -por esa otra- y te miras al espejo y todo sobra.

Depresión. Dieta. De vuelta al ruedo, y al inicio del ciclo.

Hasta ahí todo mal. Pero llega uno y decide irse a vivir con el novio -todo en nombre del amor-. El desayuno esporádico se vuelve diario. Y uno se transforma en la maestra de las mermeladas, los quesos para untar, las diferentes arepas y todos los hojaldres. Las salidas a cenar a restaurantes se cambian por pizza entre la cama, empanadas entre la cama, crispetas entre la cama, helado entre la cama, papas entre la cama, platanitos entre la cama... Consecuencia, pasas de talla 8 a 10 en tiempos impensados, te toca renovar el ropero. Pero no importa, estás viviendo con TU novio, que te ama sin importar de qué tamaño sean tus gorditos.

Pero pasan los meses. Quizá un par de años... Te miras y eres talla 12... Y claro, ya eres un poco más vieja, y todas las adolescentes del planeta te parecen chulos cazando hombres. Y como tu novio para ti es el mejor hombre del mundo comienzas a pensar que cualquiera te lo va a quitar - así tu novio ni siquiera se haya dado por enterado-. Así, comienza la operación: "Sostenimiento", que implica bajar de peso con tal de que tu chico no te deje por una flaca. Y lo logras, la tranquilidad vuelve a ti, y juras nunca volver a la talla 12.

Probado. En mi caso, tener pareja engorda, y lo ha hecho desde que tenía menos de 20. Y es que cuando tenemos pareja nos rendimos a los llamados 'placeres de la carne', y en el caso de comer y tener sexo, por más que tengas del segundo, el primero siempre gana la batalla.


Eufrosine tragona por naturaleza 

Escribir este post ha sido un poco difícil para mí, llevo días pensando cómo y qué escribir, por que para mi engordar no depende de tener o no tener novio, si no de mis antojos y solo mis antojos (una embarazada no me llega ni a los talones)

Yo, que ya viví arrejuntada engordé solo un poco. Ennoviada engordé otro tanto y soltera otro tantísimo y, la verdad, es que mi peso es más inestable que mi genio de mujer. Nunca he sido de las que se pese seguido, ni de las que se preocupa por las medidas perfectas así que me como lo que se me de la gana, literalmente. Nunca me he prohibido comer o tomar algo, Amo la comida, Amo comer bien y Amo que me sirvan a la mesa. De hecho, gran parte de mi sueldo se va en buena comida y en los restaurantes de moda, la verdad es que estar soltera es una ventaja, puedes elegir con quien quieres ir a cenar y cuantas veces a la semana quieres hacerlo, así que sumen si son mínimo dos cenas a la semana... Engordas o engordas.

Eso si de algo estoy segura es que en el momento en el que NO engordas es en el que estás terriblemente entusada, qué hpta dieta tan buena, cero recomendada pero funciona porque funciona, la última no solo me quitó al tipo de encima si no 12 kilos, 2 tallas de jean, 1 de bra, 8 cm de cachetes y lo mejor de todo el brazo de tía. Me regaló los piropos de extraños y conocidos (obvio los que no sabían de la tusa) Lo que me llevó a pensar que uno no se pone buena para darle rabia al tipo, pero delgada se ve mejor así que si le pone actitud la tusa puede ser una gran aliada.

Dejemos claro que estar soltera no es sinónimo de no comer o comer mal para no estar gorda, o que creen ¿que no pido domicilios, que no me tiro en la cama a comer o que no salgo a restaurantes como las que tienen pareja? Tal vez lo hago más seguido que ellas sin que se den cuenta pero al final la decisión de estar gorda o delgada depende de la vieja, no del man.

¡Eso si muero de la envidia cuando una gordita se levanta un novio churro! jaaa


Como toda una afrodita

No quiero el odio de ninguna mujer, ni casada, ni arrejuntada, ni soltera, ni ennoviada. Pero en serio, ¿cómo es posible que la contextura física pueda depender de una relación?

Fui afortunada hasta los 30 años con mi cuerpo, comía lo que se me daba la gana, con novio o sin él, y mantuve exactamente el mismo peso durante casi 15 años, lo cambió un poco una cirugía de esas de aumento de busto (que amo) que me hice.

Pero, creo que el peso es algo personal, si es verdad que cuando se tiene pareja hay más salidas a comer, arrunchadas con “galguerías”, paseos y esas cosas que implican alimentación exagerada, pero…  uno es el dueño de lo que come y de cómo se mantiene.

Si está casada siga la dieta, prepare sus comidas y póngalos a ellos a comer saludable también; si está arrejuntada compartan sus gustos pero con mesura, si está soltera a cuidarse mamita que tiene más tiempo para usted y si está ennoviada, como yo, dígale desde el principio a su “amor” como es la vaina de la dieta.

Confieso que hoy en un día soy una obsesiva de la alimentación saludable, cuento las calorías, no como azúcar y me peso todos los días TODOS, hago yoga un par de veces por semana y jodo a mi novio con lo que come, pero yo se lo advertí y el que advierte no es traidor.

Mi conclusión: tener pareja no engorda, la que engorda es unA sino se mantiene en forma. Así que como todas unas afroditas a cuidar esos cuerpos.

Mis recomendados



lunes, 10 de marzo de 2014

Eso de "felizmente mantenida"


"Desearía Mujer Florero por un ratico" - Selene

Cada vez que digo, que quisiera ser mantenida, mis amigas abren los ojos y me dicen que estoy loca. Yo creo que no. He trabajado toda mi vida. He tenido trabajos de esos que no te dejan ni respirar. Por temporadas he estado desempleada y si bien la preocupación existe cuando se van agotando los ahorros, no le veo problema a pasar así algún tiempo en mi vida. Y sí que le he echado cabeza al asunto.Y

Claramente esta posición parte del hecho que el mantenedor, alias el marido o esposo, deberá ganar lo suficiente para no pasar angustias por falta de dinero. De lo contrario, no tendría gracia.

De convertirme en una 'Mujer Florero', mis días girarían en torno a ir al gimnasio, sin afanes; ir a los médicos con calma y regularidad; leer los libros a velocidades nunca antes vistas; mejorar las técnicas de cocina, y quizá, hacer un curso de pastelería; hacer yoga; ir a visitar regularmente a mis amigas; viajar a visitar a mis papás; ayudar a mi marido a pagar las cuentas y a mantener la casa en orden. Regio.

Que uno se siente inútil, dicen unas. ¿Acaso querer tener todo el tiempo para ti misma es una inutilidad?
No me parece. ¡Qué tranquilidad, poder ser mantenida, sin afanes! Que uno se aburre todo el día sin hacer nada. Bueno. Hacer nada, es una subjetividad. Cocinar, pagar las cuentas, ir al gimnasio, leer... etc... eso es hacer algo. Solo que no se cambia el mundo con eso, pero seguramente sí tu propia vida.

Que uno se embrutece. Eso depende de qué tanto leas, qué tanto escribas y qué tanto te enteres de la actualidad. Hay trabajos que así uno vaya 8 horas a la oficina, termina más bruto que una mula. Uno puede ser mantenida, y hacer cosas por gusto, no por necesidad. Eso sería el mundo ideal.


Eufrosine dice:
¿Mantenida? ¿Dependencia? !Gracias, pero NO!

Estoy a favor de las cosas equivalentes. Durante años hemos luchado tanto para que las mujeres seamos tratadas igual que los hombres en aspectos laborales y sociales, como para que el amor nos baje de la nube, para mí en las relaciones se debe dar por igual siempre, y más en un tema económico como es el ser "mantenida".

No puedo ni imaginarme un solo momento en el que tenga que pedirle a mi pareja dinero para comprar calzones, o gastar mis ahorros en servicios o en mercado, tampoco quiero sentarme en la noche frente al tv a hacer cuentas para que el tipo me entregue sus tarjetas, prefiero hacerlo una sola vez en la que juntos decidimos la cuota que cada uno debe aportar al hogar según el sueldo y fin del asunto económico, Obvio lo que sobre es mío, jaaaa!

La verdad prefiero que gaste su dinero en mí, en el, en los dos; en sorpresas, paseos, planes con sus amigos, regalos para los hijos que algún día tendremos, y así seré yo, amo sorprender, tomarme el tiempo de pensar en algo que nos saque de la rutina como un viaje o una cena en un nuevo lugar, seguramente a esas alturas de la relación también se siente bien invitar por que sí a su novio, ¿no creen?

Solo me queda una pregunta ¿Y si él fuera el mantenido?


Atenea: una "felizmente" mantenida

No sé bien si la palabra "felizmente" cabe en este contexto, tal vez sí pasa, en el mundo ideal (que sé que existe) en el que el marido millonario, opulento y espléndido, le pone a uno un sueldo por ser la esposa, con tarjeta de crédito incluída... Así se cumple toooodo lo del primer párrafo y sucede que sí! Todos los fines de semana hay shopping, amigas, tardes de ocio, hay yoga, pilates, tratamientos estéticos y la lista podría ser infinita, así como nuestras aspiraciones...
En esto existen varios panoramas y más que eso muchos tipos de maridos que podrían o bien hacernos felices o bien, amargarnos la existencia.

La experiencia puede en cambio, no ser tan dulce, lo digo por experiencia propia, aunque aclaro yo no soy infeliz, ni amargada, ni me falta absolutamente nada (cuento con un marido espectacular, espléndido, aunque aún no tengo sueldo ni tarjeta de crédito). Y a pesar de que mi condición tiene millones de cosas buenas, hay que saber que cuando uno pasa a ser mantenida, las caras tanto pálidas como moradas de rabia, tienden a aumentar.

Así como lo relata Selene, yo trabajaba desde joven y estaba muy acostumbrada a manejar mis finanzas como yo consideraba. Ahora, soy mantenida y me cuesta mucho pedir. Comenzar a hacerlo es difícil para ambos. Ellos, no tienen conciencia de nuestras millones de necesidades y nosotras, de lo prácticos y básicos que son, hasta que llega el día en el que su mejor amigo se casa...

El presupuesto, importa! Por lo general ellos tienen ese mismo par de zapatos que usaron en la graduación y que están perfectos para el smoking de alquiler que lucirán orgullosos y elegantes el gran día. Si nosotras hiciéramos lo mismo, con seguridad tendríamos unos tacones viejos, sin brillo, ultra pasados de moda y la cosa sería un desastre. Pero, cómo le explicas que aún no sabes qué zapatos deberás usar hasta que no compres el vestido, los accesorios, los cucos y la cartera? Para su lógica, es absurdo y comienza la batalla.

Hablando de cucos, es tan difícil para ellos entender que aunque ya tienes cinco de color piel, estos tienen ciertas características que no funcionan para ciertas prendas y por lo tanto vas a necesitar un sexto, sin costuras y con control de abdomen, para que nada se marque con el vestido...

Y en ese orden de ideas, te das cuenta de que la lista de "necesidades" es completamente diferente.
Ir a la peluquería para pintarte las raíces, por ejemplo, no es tan importante, por lo tanto comienzas a tener que esperar unos meses más, punto para las californianas!. Y qué decir de las uñas semanales...
O cómo le explicas que como mujer, tener entre cinco y seis pares de zapatos de un mismo color no es un desperdicio! No es lo mismo un par de botas que unas baletas o si?

De verdad podría seguir y seguir, sin embargo no me quiero robar la voz de todas las Evas, les dejo su espacio, no sin antes ponerles a pensar lo que pasa con carteras, collares, pulseras, anillos, productos para el cabello, cremas para la cara, ojeras, contorno de ojos, perfumes, esmaltes de uñas, entre otros...

Se dice "felizmente" porque no hay nada como recibir un beso de agradecimiento por una comida que te quedó espectacular, por ese momento en el que ellos aprenden a entender lo llenas de cosas que debemos estar para sentirnos listas para ir a un lugar y por eso que se siente cuando sabes que cada uno cumple un rol en el hogar sin rivalizar, sin menospreciar o pisotear al otro, porque cada uno es igualmente importante. Yo a pesar de las caras moradas, soy feliz de ser mantenida.

A Afrodita, él la quiere mantener

Nunca en mi vida se me ha pasado por la cabeza ser mantenida. Es más, en un par de relaciones fui yo quien hizo el papel de mantener al tipo y es que he sido afortunada en la vida laboral. Trabajo desde hace muchos años y siempre he tenido lo suficiente para cumplir mis "caprichos" que no son pocos.

No sé lo que significan pocos zapatos, pocos calzones,  pocas chaquetas, creo que no me queda claro el significado de poco, razón por la cual no me cabe en la mente pedirle a alguien que me de para algo de eso que tengo 'poco'.

Pero... la historia parece que va a cambiar, porque mi actual novio ha tocado el tema en varias oportunidades: " A mi me gustaría darte todo". "Quiero trabajar mucho y que tú no tengas que trabajar más", y ASÍ...

Y no lo deja solo en palabras. Últimamente no pago nada, NO ME DEJA, y cuando voy a hacer el intento, se pone bravo "Es que yo soy el que tengo que pagar", y pues, yo me dejo invitar, pero confieso que me incomoda mucho, porque como recuerdan, me gusta lo poco; pues a veces las cuentas son importantes, Y no es que el tipo sea un traqueto o que gane mucho billete, es que es un trabajador bravo y gana lo necesario y se busca mas entradas.

Pero así es él, detallista y con ganas de mantener a esta Afrodita...

Díganme, ¿ustedes qué harían?

miércoles, 26 de febrero de 2014

Los saludamos desde el Edén

Que las mujeres necesitamos un manual. Que nadie nos entiende. Que somos complicadísimas. Que nada nos hace felices. Que cuando encontramos lo que queremos, fijo le vemos la arruga. Que somos intensas. Que somos envidiosas. Que no tenemos la llamada 'solidaridad de género'. Que nos encanta criticar. Que ante un chisme brincamos. Que nos gusta que nos ignoren...

Y la lista podría ser eterna. Porque sobre las mujeres se dicen muchas cosas. Algunas ciertas, otras definitivamente no. Y como cada mujer y su cabeza es diferente. Decidimos juntarnos cuatro amigas, bien distintas en todo, tanto en gustos como en realidades, para mostrarles que en materia de chicas, no hay nada escrito, y que todo es susceptible de ser peor de lo que parece.

Esta es nuestra visión. Nos basamos en nuestra realidad, en nuestra historia. Quizá, algunas de ustedes se sentirán identificadas, otras dirán que estamos locas y que nuestra realidad no se asemeja a la suya. Otro tanto se divertirá con lo que decimos, y los hombres puede que encuentren algunas respuestas sobre la mente femenina que eran un misterio.

Aun no sabemos qué va a pasar con este espacio. Nos lanzamos a esta aventura y esperamos que les guste. Que lo reciban con toda la buena onda posible, y que se diviertan tanto como nosotras.

Bienvenidos

Afrodita
Atenea
Artemisa
Eufrosine